3/26/2024

El narcisismo por casi acaba con Blancanieves

Después de las mimosas en enero, las flores de almendro en febrero, ahora, en marzo, llegan los narcisos.

Hoy en día, siento que se habla con demasiada ligereza sobre el narcisismo y se aplica a todo aquel que tan solo tiene aires de megalomanía. Pero para quienes han sido víctimas del narcisismo, saben que el narcisista es mucho más que alguien que se dé una importancia en demasía. El narcisismo va mucho más allá. El narcisista quiere acabar contigo y la belleza natural que tienes, chupándote como un vampiro tu vitalidad, para que ni tú, ni nadie, le hagas sombra en esa idea de grandeza que se ha fabricado sobre sí mismo. En este artículo, quiero mostrar algunos aspectos de cómo se desenvuelve esta patología a través del cuento de Blancanieves de los hermanos Grimm. Mi intención es ofrecer un acercamiento, porque este tema se puede desarrollar aún más.

Como todos sabéis, Blancanieves tiene una madrastra, que desea ser la más hermosa del reino; y, para ello, pregunta incesantemente al espejito espejito mágico quién es la más bella. Cuando la malvada madrastra se entera de que tiene una competidora, ordena matar a la bella e inocente Blancanieves. Gracias a un acto compasivo del cazador encargado de dar matarile a la muchacha, Blancanieves consigue huir hacia el interior del bosque, refugiándose en una casita en donde viven siete enanitos mineros que terminan por acogerla y, también, protegerla cuando se enteran de su historia. 

El narcisista, como la madrastra, hará todo lo que esté en su mano para acabar con su víctima, y se disfrazará las veces que hagan falta para que caigas siempre en la misma trampa. Se acercará a ti las veces que sean necesarias, interpretando el papel de desvalido y víctima para que te apiades de él; para que bajes la guardia y te confíes, y despliegues tu empatía hacia él; una capacidad que el narcisista no tiene y mediante la cual intenta cazarte. 

Su otro modus operandi es ganarse tu confianza, ofreciéndote regalos con un envoltorio muy bonito. Estos obsequios pueden llegar a ser espectaculares y/o caros. Los narcisistas no escatiman en halagos, atenciones y tácticas seductoras cuando han elegido a una víctima. El papel del regalo con el que se presentan, y llegan a atraerte a su trampa, es maravilloso; el problema viene con lo que hay dentro: un presente emponzoñado, como podéis leer en este cuento. Además, y fundamental en su estrategia, siempre aprovechará que estás a solas para hacerse contigo; con el tiempo, incluso, te aislará de tu entorno para continuar con su plan de aniquilación. 

Cuando Blancanieves está sola en la casa porque los enanitos se han ido a trabajar, la madrastra, disfrazada de pobrecita viejecita, le ofrece a Blancanieves primero una cinta de seda multicolor, con la que intenta después ahogarla. La deja sin voz, sin aliento, de esta forma la víctima no podrá ni gritar y ni pedir ayuda. En la vida real esta cinta que envuelve al cuello viene con frases, por parte del narcisista, que van haciéndote dudar de tus opiniones y avergonzarte de ellas. Las invalidará, al principio, con apreciaciones que, según el narcisista, son bromas. Más adelante, puede decirte que lo que dices no tiene sentido y que es mejor que te calles porque así estás más guapa y, además, le haces quedar mal delante de sus amistades. Hay todo un recorrido en este sentido, y es en escalada. 

Cuando ya te deja sin voz como a la ninfa Eco, su próximo intento es meterte el veneno en la cabeza. ¿Y cómo lo hace? Dándote toda clase de mensajes que van enfocados a confundirte, que son contradictorios, que desdicen lo que anteriormente te haya podido decir, además de negar lo que ha dicho, jurándote que él jamás dijo lo que sí dijo. Donde dije digo digo Diego. Niega y miente como un bellaco con la intención de que dudes de ti misma. Llega incluso a hablarte de ideas raras, descabelladas, presentándotelas como si fueran normales y la rara fueses tú por no pensar de la misma forma que él. Te argumenta las cosas de una manera que no tienen ni pies ni cabeza, y que el narcisista defiende a capa y espada; no porque él crea estas falsas argumentaciones, también conocidas como falacias, sino porque le sirven para confundirte y manipularte. ¿Os vais enterando de lo que realmente es el narcisismo? De esto va, y para lo que vale, el peine con el que la impostora viejecita peina a Blancanieves. A esta táctica en psicología se la conoce como luz de gas.

Y no parará hasta matarte, y a la tercera por casi va la vencida: con la manzana de la tentación, y con la que Blancanieves cae definitivamente muerta durante un tiempo. Por suerte, el trozo de manzana se queda en la garganta y no llega al estómago. De haber sido digerido, el hígado hubiera tenido que procesar el veneno y Blancanieves hubiese, esta vez sí, muerto para siempre.

Y es que la madrastra, como el cuento narra, no quiere de Blancanieves cualquier órgano para cerciorarse de que ha acabado con ella, sino que le pide al cazador que le traiga su pulmón y su hígado. Es común que personas que han sido víctimas del narcisismo, hayan padecido, o padezcan, desequilibrios, dolencias y/o enfermedades relacionadas con los pulmones y/o el hígado. Los pulmones son los primeros órganos receptores que reciben el oxígeno del entorno en el que vives, es decir, lo que tomamos de la vida, y si lo que respiras es tóxico, te puede doler respirar, tomar el aire que necesitas para vivir. Si, además, intentan ahogarte con una cinta, como se cuenta en Blancanieves, te falta el aire; no recibes el oxígeno que necesitas para que tus glóbulos rojos oxigenen tu organismo y eliminen debidamente el dióxido de carbono de tu cuerpo. Esto causa sensación de cansancio, y es común que las víctimas de un narcisista manifiesten una sensación de agotamiento energético.

Cuando te tiene agotada energéticamente, viene la puñalada en el hígado por parte del narcisista. El hígado, al ser el único órgano que se regenera, una manera de acabar con él es dándole una puñalada. La otra manera es ingiriendo veneno. El hígado tiene varias funciones y una de ellas es la de ser la depuradora de nuestro metabolismo. Es el que filtra las toxinas, también las emociones empapadas en toxicidad, y por mucho que se regenere y filtre, si le intoxicas, muere. Todos sabemos que cuando nuestro hígado no funciona adecuadamente, es habitual sentir fatiga y debilidad.

Una vez que acabas por los suelos, muerta como Blancanieves, y que en la vida real se puede manifestar como una depresión (muerte anímica), el narcisista te deja tirada como un juguete roto y se encamina hacia su siguiente víctima sin despeinarse.

Pero mira que los enanitos le advirtieron una y otra vez, ¿eh? Uno se pregunta, ¿por qué cae Blancanieves una y otra vez en la misma trampa? Algunos pensarán porque es tonta. Yo digo, no, no es tonta, es inocente y la inocencia no es sinónimo de falta de inteligencia. Se puede ser inocente y muy inteligente. La inocencia está, además, bendecida por la gracia divina porque simboliza la pureza de corazón; los inocentes son los que ven a Dios porque son limpios de corazón. Las personas como Blancanieves son los bienaventurados. La inocencia es no ver maldad en el otro porque la persona inocente tiene ante todo un buen corazón y cree que los demás son como ella. Es decir, hay una base de confianza (para mí de carácter espiritual) en la vida porque para las personas inocentes el mundo es bueno. A Blancanieves le ocurre que, además, al ser huérfana de madre y tener un padre ausente, no ha recibido de niña lo que necesitaba de sus padres para desarrollarse emocionalmente en condiciones, y cuando recibe un regalo de otra persona, se siente querida. Hay un anhelo de amor por parte de Blancanieves. Se crió sola, la madre murió al nacer y al padre apenas se le menciona, está ausente. Cuántos huérfanos emocionales hay en la vida, necesitados de que les quieran y que terminan emparejándose con el primero o la primera que les ofrece migajas, y lo peor, que terminan aceptando un veneno envuelto en papel de regalo.

        También, cuando una víctima está en constante presencia de un agresor, lo normal es que aparezca el miedo; y ya sabemos que cuando esta emoción nos inunda, es difícil tener un pensar claro y saber discernir lo que mejor nos conviene. Por este motivo Blancanieves le abre la puerta de la cabaña, en la que se ha instalado, a la viejecita una y otra vez.

Ahora, la madrastra, ¿por qué insiste en querer acabar con Blancanieves? Menuda ojeriza le ha dado con la pobre muchacha. Porque la madrastra es mala, dirán algunos. Sí, es malvada, pero hay mucho más. Por un lado, el narcisista no respeta los límites, se dedica a transgredir una y otra vez el límite de la puerta que da entrada a tu casa, como en el cuento. Y por otro, la madrastra es envidiosa. Los narcisistas son tremendamente envidiosos, anhelan algo de las personas como Blancanieves que ellos nunca podrán tener: la belleza del corazón que hace que personas, como la protagonista de nuestro cuento, sean inocentes, sensibles, empáticas, buenas de verdad, de corazón. No es casual que le haya dado por Blancanieves. El espejito ya se lo dijo repetidamente: Blancanieves es la más bella; pero esta hermosura no hay que tomársela de manera física, literal. Blancanieves tiene una belleza que irrita a un narcisista porque este no la tiene, ni la tendrá nunca. La belleza de las personas con este trastorno de personalidad es falsa, fabricada a base de constante esfuerzo, de mucho maquillaje, peinados y atuendos caros para que el espejo, en el que constantemente necesitan mirarse, les refleje una buena imagen aunque sea en apariencia; en definitiva los narcisistas tienen una imagen debilitada de sí mismos y son personas con grandes complejos que intentan enmascarar a lo grande. Pero cuidado, no hagas de salvadora que, en cuanto se descuidan, se les ve el plumero, quedando al descubierto su gran prepotencia. Es gente que vive vendiendo falsas imágenes. La verdadera belleza es otra cosa, está en el interior de las personas, y esto es algo que el narcisista no posee, y como te envidia, como anhela algo que tú genuinamente sí tienes pero él no, no parará hasta acabar contigo.


        ¿Qué hay que hacer cuando una persona es víctima de un narcisista? En primer lugar alejarse, poner pies en polvorosa. En el cuento de Blancanieves se dan algunas pautas. Teniendo presente que hay unas heridas de abandono y de traición, lo importante es retirarse al bosque, el lugar en el que ocurren las transformaciones en los cuentos, para conectar con la naturaleza y con su gran poder sanador. Aquí, deberás habitar un nueva casa en la que te refugiarás temporalmente. Durante este tiempo, como hace Blancanieves, deberás poner orden, limpiar, recoger, coserte (las heridas); es decir, hacer terapia. Y en este proceso de transformación, fundamental, conectar con tu instinto (distinto a la intuición), descendiendo a las entrañas de la tierra como hacen los enanitos, conectando con la naturaleza, y remontarnos, también, a nuestra infancia para ver qué pasó; para encontrar aquella roca, aquellas heridas y así poder transformarlas en una nueva confianza y asertividad, nuestro mayor tesoro, lo cual nos posibilitará ser fieles a nosotros mismos en todo momento; la verdadera lealtad. Es entonces cuando llega el príncipe en el cuento, el leal caballero y da el beso de amor a su dama, y que hará que Blancanieves vuelva a la vida. En este sentido, el trabajo biográfico se presenta como una disciplina de autoconocimiento de gran ayuda, pues te permite conectar con tu poder transformador, a convertir la paja en oro, el carbón en diamante, la roca en tesoro. Es en las entrañas en donde se halla el fuego transformador y purificador, y conectar con el fuego es fundamental para el proceso alquímico por el cual la víctima resurgirá de las cenizas como el Ave Fénix.

    Otra enseñanza que ofrece este cuento es que, para ser tú mismo, es necesario morir. Morir para acabar con lo que ya no sirve, para dar lugar a algo nuevo y poder así continuar por el camino que lleva al palacio de la dicha, el verdadero hogar. En toda muerte hay un principio resucitador. Resucitar es volver a la vida con una lección más que aprendida, es vivir con una nueva consciencia que te llevará a vivir en palacio y ser reina, o rey, de tu reino y ser feliz por siempre jamás.



        Los cuentos no son solo para niños. Los cuentos transmiten una sabiduría ancestral y sanadora porque te muestran siempre la manera de superar el dolor que todos podemos llegar a sentir por diferentes circunstancias. Los cuentos brindan, además, la esperanza de un final feliz; llegar a este final es cuestión tuya. La vida siempre trae de todo, porque así es la vida, pero lo importante es saber qué quieres hacer tú con lo que te viene. Este es el acercamiento que tenemos en el trabajo biográfico.
        Hoy en día, en nuestra sociedad, mucha gente se acerca a los cuentos con un pensamiento racional, lógico mental, y literal, y no metafórico. Cuando leas un cuento, léelo como si fuera poesía, calará mejor en tu alma y podrás conectar contigo mismo de muchas y variadas maneras. Y si te cuesta, porque eres una persona muy mental, te recomiendo primero leer La biología de la creencia del biólogo Bruce Lipton. Una de las cosas que aprenderás leyendo este libro será cómo influyen los ambientes tóxicos en los organismos, haciéndoles enfermar.
        Para terminar, te invito a escuchar en el siguiente audio otro cuento diferente al de Blancanieves, y narrado por una servidora. En este cuento, podrás escuchar qué le pasa al protagonista que vive exclusivamente en las preocupaciones mentales, algo muy común en nuestra sociedad. Cuento: El hombre que tenía mala suerte



“Si escuchas a tu cuerpo cuando te susurra, no tendrás que oírlo gritar”.


Cuídate. Con cariño,
María Reino

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