3/20/2025

El oso y las mariposas

 



En cierto bosque, existen unas mariposas que, al batir juntas sus alas, forman una preciosa nube de color azul. Esta bandada de mariposas, todas azules, vuela por la floresta, disfrutando del aire intangible que se desliza entre los troncos de los árboles y buscando al oso Chinflón, un pardo y perezoso habitante del bosque, a quien es común encontrar sentado tranquilamente, comiendo bayas o cualquier otra cosa que le guste. Así es como disfruta la vida durante el día. 


Chinflón tiene los ojos pequeñitos, pero cada día, cuando ve acercarse a la bandada de mariposas, se le abren tanto, tanto, que, si prestas atención, podrías llegar a ver de qué color es su corazón.

 

A Chinflón le encanta verlas volar y, cada día, las sigue allá adonde vayan. Le parece hermoso el rastro azul pálido con puntitos brillantes, como estrellas, que la nube de mariposas deja tras de sí. Esta estela, además, le resulta de lo más dulce: se cuela por su nariz como el mejor aroma que jamás haya olido.


Así es como las mariposas y el oso Chinflón recorren juntos el bosque, él siguiéndolas a ellas, todas azules, hasta que la tarde cae.


En este momento del día, cuando ya no es de día pero aún no es de noche, la nube de mariposas llega a una gran roca gris y se detiene junto a la entrada de una gruta. Allí, arremolinándose, mutan mágicamente en una bella joven cuyos ropajes son del color azul de las mariposas, adornados con los brillos de la estela que dejan al volar. Esta hermosa joven es un hada de cabellos rubios, recogidos en un semirecogido, que por las noches habita la cueva dentro de la gran roca. 


El oso, al verla transformarse, también muta de repente y se convierte en un joven príncipe. Juntos, el hada y el príncipe se adentran en la roca donde pasan la noche.


En el interior de la cueva no hay oscuridad, aunque la noche haya caído. De ambos emana un resplandor cálido, suficiente para iluminar el camino sin necesidad de otra luz. La roca es enorme, con tantos paisajes dentro como los hay en el exterior. Incluso, si uno se aventura hasta lo más profundo, puede llegar a rincones del bosque accesibles solo desde la cueva, y que son realmente maravillosos. 


Así pasan la noche el hada y el príncipe, explorando el interior de la gran roca y disfrutando de su forma humana. Y cuando perciben que el alba asoma con sus primeros rayos de sol, se dirigen hacia la entrada y vuelven a transformarse en su forma animal: el hada en una bandada de mariposas azules y el príncipe en un oso pardo.


Así, bajo los rayos alegres del sol, se mueven en su forma animal: ellas vuelan y él persigue la dulce estela que desprenden al batir sus alas. 


¡Feliz Día Internacional de la Narración Oral y equinoccio de primavera! 🌼


María Reino



3/13/2025

Me duele el paladar de repetir...

 



Poner un lavavajillas requiere cierta meticulosidad. Tengo una amiga que insiste en que los Virgo son los mejores en esta tarea. Puede ser, no lo niego; tienen fama de ser perfeccionistas y de operar ordenadamente. Pero yo prefiero tomármelo como un juego. Me recuerda a cuando jugaba al Tetris en la adolescencia: al fin y al cabo, se trata de encajar las piezas, como en la vida misma, encontrando tu propio orden.


Si quieres que tu vajilla reluzca al acabar el programa de lavado, no amontones los platos, los cuencos, las cacerolas o cualquier otro utensilio. Espero que no seas una de esas personas que crea que, una vez cerrada la puerta del lavaplatos, la máquina hace magia per se. Las máquinas están para facilitarnos la tarea, pero no lo pueden hacer todo, por mucho que últimamente se insista en ello. Son aparatos que están diseñados por ingenieros, y, ya sabes, todo tiene que ir medido con precisión, para que funcione correctamente; casi como los números en una tabla de Excel para un contable.


Por eso, es importante que mantengas un orden a la hora de colocar los diferentes utensilios, y, para ello, cuentas con diferentes partes que te facilitan la tarea. Por lo general, hay dos o tres cestos. El inferior está para depositar la vajilla más voluminosa. Los platos, entre las varillas, y en paralelo. Asegúrate de que no queden pegados los unos contra los otros. Ya dije que la máquina no obra milagros, y si queremos que el brazo rociador haga un trabajo óptimo, debes asegurarte de que haya un espacio entre un plato y otro. En este nivel también entrarían las cacerolas, las sartenes —aunque te recomiendo lavarlas a mano— y las fuentes. Aquí el reto es que más es mejor. Te explico: cuanta más vajilla logres colocar en este cesto sin apiñamiento, mayor será tu maestría. Insisto, jugar al Tetris ayuda, pues esta altura exige que saques al estratega que puedes llevar dentro.


Hay fabricantes que incluyen, en este nivel, un cesto para cubiertos, pero yo prefiero los lavaplatos que cuentan con una rejilla de cubertería, por encima del cesto superior. 


El segundo brazo rociador se encuentra colgando debajo del cesto superior; nivel destinado, en un principio, para vasos, tazas, cuencos y, quizás, algún cazo pequeño. De nuevo, es importante que dejes espacio entre cuenco y cuenco para que los chorros del brazo rociador golpeen la concavidad de estos. Si no, no se lavarán bien, y ya sabes, luego te tocaría lavarlos a mano; y no estamos para derrochar agua.


Y esto sería a rasgos generales lo que debes tener en cuenta a la hora de poner un lavavajillas. En otra ocasión ya te contaré sobre los mejores detergentes, y si realmente necesitas el abrillantador. También, antes de que se me olvide, quita las incrustaciones de comida más grandes de los platos. Ya te mencioné que es una máquina, que no hace magia, y si, además, quieres una larga vida para tu lavaplatos, procura tratarlo bien y no sobrecargarlo. Eso sí, no hagas como mi madre, que fregaba todo a mano antes de meterlo al lavavajillas.



Que tengáis un fructífero eclipse lunar en Virgo,

María Reino


Pues sí, ya llegó… 

Hoy tenemos uno de los eclipses más esperados del año. Se trata de un eclipse lunar total, ese momento en el que la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, sumergiéndola en una misteriosa sombra rojiza.

Este eclipse será visible en la madrugada del 13 al 14 de marzo en España y, además, caerá en el signo de Virgo, la energía zodiacal del orden y lo metódico, entre otras muchas cosas. 

En astrología, la casa de tu carta natal donde tengas a Virgo es la que sentirá más fuerte la energía de esta Luna de sangre. Pero tranqui, no te hagas mala sangre, tómatelo como una oportunidad para trabajar en aquello que necesitas transformar para acercarte más a tu esencia.  Por ejemplo, en mi caso este eclipse cae en mi Casa 3, lo que trae aprendizajes interesantes sobre comunicación, pensamientos y conexiones cercanas. ¿Y a ti? ¿En qué área de tu vida impactará este eclipse? 🌕✨

3/08/2025

La tablilla de Nimrud

 


«¿Pero dónde está? Estaba aquí, en esta sala». Miriam, con prisa, miró extrañada para un lado, para otro, giró sobre sí misma, escaneando cada vitrina con la mirada, y no la vio. Alterada, se acercó a la auxiliar de sala que caminaba pensativa a algo más allá de diez metros. La reverberación de un estresante taconeo avanzando hacia ella devolvió a la muchacha abruptamente a aquella galería pública.

—Señorita, disculpe, por favor, ¿dónde está la pieza que estaba en aquella vitrina? —preguntó Miriam, señalando con todo su brazo derecho extendido.

—¿La del registro de Nimrud? —contestó la joven con una sonrisa cómplice en los ojos.

Miriam, complacida, sonrió y asintió con la cabeza. Cuando llegó ante la tablilla se quedó observándola con un sentimiento de gran devoción. Aquel resto arqueológico tenía un gran valor para ella. Ella había conseguido ser jueza.

Aquella tarde, Miriam había tenido que forzar un hueco en su agenda para visitar el museo arqueológico de su ciudad. Al entrar faltaban tres cuartos de hora para que cerrasen, y cuando no había visto la pieza expuesta en su vitrina habitual, un relámpago de nervios le había recorrido la parte baja del abdomen. Y es que Miriam solo iba a ver esta pieza el día que su abuela hubiera cumplido años. Formaba parte de una ceremonia que había empezado el año en el que había aprobado las oposiciones para juez, y, en agradecimiento a ella, Miriam había decidido comenzar esta costumbre cada 8 de marzo. Era su manera de honrar los talentos y grandes sacrificios de su abuela, una mujer justa y juiciosa. 

Aquel registro era más que un vestigio del pasado. Le gustaba imaginar que, hace más de tres mil años, otra mujer también había estudiado leyes y dictado sentencias. ¿Cuántas más habrían existido antes de que sus nombres se borraran de la historia?
Allí, por fin, y ante una tablilla con escritura cuneiforme de la antigua Mesopotamia, la eternidad se hacía presente. Miriam sentía una gran emoción de casi palpar que otra mujer, sin faz, jueza como ella, y hace más de tres mil años, aplicaba leyes y pronunciaba sentencias. «El tiempo y los diferentes escenarios. El devenir y la historia. Qué cosas». Hoy en día, poca gente sabe que, en tiempos remotos, la mujer tenía unos derechos por los que en el presente las mujeres siguen luchando día a día. Las mujeres de la antigüedad no solo impartían la ley, sino que también cuidaban de los templos, organizaban el culto y reinaban. También recibían herencias, gestionaban su propio patrimonio, administraban sus propios negocios, y muchas sociedades y pueblos eran matrilineales. Incluso, según en qué lugares, las mujeres podían tener dos maridos. Estos eran los tiempos de la Diosa Madre y en el que las mujeres eran libres. Algunas incluso eran guerreras, amazonas. Unos tiempos en los que la mujer no tenía que estar constantemente esforzándose por priorizarse ni demostrar su valía. 

Pero a Miriam le había tocado vivir en un tiempo en el que, como un bombardeo, publicitaban y vendían que teníamos la fortuna de estar en una sociedad de progreso, y, sin embargo, las mujeres en el país de su abuela, uno occidental, no pudieron ser juezas hasta hace algo más de medio siglo. Tampoco pudieron abrir su propia cuenta bancaria sin el permiso de un hombre hasta recientemente. «Hemos ido en retroceso. Para atrás como los cangrejos. Qué injusto, y qué triste. Qué sinsentido. Qué vida esta».

Las luces se fueron atenuando y una voz de mujer, por megafonía, anunció:

—Por favor, vayan desalojando las salas. El museo cerrará en diez minutos.

Miriam mantuvo la mirada fija en la tablilla durante unos segundos. Alzó la mano y, con la yema de los dedos, acarició el cristal de la vitrina en un gesto leve. Se despidió. Exhaló despacio y se giró hacia la salida.

¡Feliz día de la Mujer!
María Reino


«Es probable que la opinión dominante, que la mujer fue creada para el hombre, haya surgido del poético relato de Moisés; no obstante, como se da por sentado que muy pocos han dedicado algún pensamiento serio al asunto, siempre se ha creído que Eva era, literalmente, una costilla de Adán; debe permitirse que la deducción se desmorone; o solo se admita para probar que al hombre, desde la antigüedad más remota, le pareció conveniente ejercer su fuerza para subyugar a su compañera y utilizó su invención para mostrar que esta debía doblar su cuello bajo el yugo; porque tanto ella como toda la creación se originó de la nada para su conveniencia y placer». Vindicación de los derechos de la mujer, Mary Wollstonecraft. 💜

¿Sabías que Mary Wollstonecraft fue madre de Mary Shelley, la autora de Frankenstein?


El oso y las mariposas

  En cierto bosque, existen unas mariposas que, al batir juntas sus alas, forman una preciosa nube de color azul. Esta bandada de mariposas,...